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Lagrimas secas



Hoy os traigo un poema triste pero hermoso. Un poema de Edurne, que nos habla del último refugio que encontramos en las lágrimas cuando ya no hay nada que hacer más que llorar.
La cura para todo es siempre agua salada, un bálsamo que nos calma el espíritu y nos reconforta la pena. 
El poema lleva por título......

 Lagrimas secas


Arañan mis lágrimas

uñas manchadas de culpa y vergüenza.

Lloro.


Es mi propio llanto convertido en agua
el que me arrastra por torrentes
sin lecho,
secos de paz y amor.
¡No sé nadar!

Mi grito se ahoga y se pierde
entre aguas que no existen,
entre algas de podredumbre
que se enredan en mis pies,
sin dejarme avanzar.
–¡Quieta, no te muevas!–

Alguien dentro de mí me llama,
tira de mi voluntad,
y arroja al abismo de la indiferencia
mis quejas clavadas en un papel.
¡No sé volar!

Quiero recoger mi cuerpo,
que yace estrellado
en el cielo de los inocentes.
Quiero recuperar la palabra
que lleva mi nombre,
ahora perdido en un mar
de letras confusas, y…
¡Quiero llorar!
  




 

Costuras a destiempo




Hoy tengo el gusto de leer un maravilloso poema de mi amiga Edurne del blog Desde la orilla. Un poema titulado Costuras a destiempo, escrito en esos momentos en los cuales la vida te azota pero mantienes las esperanzas escondidas en el fondo del costurero, siempre listo para remendar los rotos y los descosidos y zurcir la alegría para sonreír en esos días tristes que todos tenemos.

Costuras a destiempo


Llevo las costuras de la vida demasiado prietas,

oprimiéndome el alma.

Hilvanada la sonrisa,

así, con un poco de tiento,

marcando la sisa en blanco, para que sea vista

entre la negra pena de este invierno eterno…


Llevo descosido el dobladillo,

porque me caí jugando a ser niña grande.

Y ahora lloro sin consuelo,

buscando un corchete para sujetar

el desgarro de esta tarde sin margen,

ni línea por la que caminar sin torcerme…


Llevo zurcida la alegría,

por si alguien viene a reclamarla,

por si la necesito un día.

Las entretelas cortas en el tiro,

reclamando corte y avío…


Llevo el costurero lleno de sueños,

las agujas en pie de guerra

y las tijeras marcando el ritmo…

Torzal para remendar mi llanto,

imperdibles con que prender

los suspiros…


Y en el fondo, bien guardado,

patrón para marcar,

de nuevo,

a la risa el camino.


Edurne Iturriso L.